1. El Apocalipsis o Revelación de San Juan, para el profano y para el materialista, es una divagación de un hombre loco que no tiene ninguna ilación entre las ideas ni entre sus visiones. Para la religión exotérica, en cambio, es un libro sagrado, al que acude la Teología para formular ciertas interpretaciones literales y arbitrarias, porque la religión externa ha perdido el significado oculto de la obra y así quedó como un enigma indescifrable y la palabra Revelación, en este caso, significa poner un velo sobre otro velo.
2. Pero la Revelación, o el Apocalipsis, para el Gnóstico, el Iniciado, la religión esotérica, es una Revelación y una verdadera iniciación en el mundo interno.
3. El Evangelio de San Juan es la Cosmogenia perfecta que interpreta claramente el desarrollo del alma desde la Creación, mientras que su Apocalipsis es el tratado de la evolución del hombre en las edades futuras. En el Evangelio y el Apocalipsis de San Juan, el Gnóstico y el Indiciado encuentran todo el saber de las edades pasadas, presente y futuras.
4. El Evangelio de San Juan es la primera iniciación que explica cómo es espíritu Divino descendió a la materia “y el verbo se hizo carne” o como dicen otros: “Dios se hizo hombre”. El Apocalipsis es la segunda iniciación y demuestra como el hombre se hace Dios. De esta manera, las dos obras fueron entregadas a la custodia de las iglesias exotéricas sin comprenderlas ni aprovecharlas; ni más, ni menos como los camellos del desierto: mueren de ser, estando cargados de agua.
5. El mundo actual que ha perdido la fe en estas religiones con sus respectivas teologías arbitrarias, pide el agua de la vida en otras fuentes que son la Gnosis o la Ciencia Esotérica y Espiritual, o el Cristianismo Místico, el que en su Espíritu, es igual a todas las religiones esotéricas; encierra todos los arcanos de las edades.
6. Las dos obras: Evangelio y Apocalipsis, nos dan la interpretación del “Cristo Místico” representado por Jesús, Jeshua, el Logos Solar que nos señala la verdad de la vida y la única senda de la vida eterna. El nos da la clave de la Gnosis Divina que está oculta, encerrada y clausurada en la mismísima Naturaleza del hombre. Esta Ciencia Sagrada y espiritual es ignorada por el hombre; pero él mismo debe y puede develar sus arcanos para poder volver al Edén de donde fue expulsado por sus propios hechos, y sus propios deseos.
7. Pero para que el lector pueda descifrar estos arcanos, debemos develar al hombre, “debemos conocernos a nosotros mismos”, espiritual y físicamente, antes de develar el Apocalipsis.
8. El mundo: el Macro y el Microcosmos: el Universo y el hombre están compuestos de energías atómicas inteligentes, diversas e infinitas.
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