ACTIVACIÓN DEL ADN: PRIMERA TRIANGULACIÓN

Preparaos para una meditación profunda echándoos en el suelo, con la cabeza
apuntando hacia el norte y los pies hacia el sur. Utilizad ropa suelta y cómoda, que
no os apriete en ninguna parte del cuerpo y eliminad, en la medida de lo posible,
todos los metales de vuestro entorno próximo. Haced lo que sea necesario para
aseguraros de que estáis cómodos y nada os interrumpirá, y cuando hayáis
alcanzado ese estado de paz, reposad y comenzad a respirar profunda y
Rítmicamente, con los ojos cerrados, dejando que el mundo de los sentidos se
aleje lentamente de vosotros... deslizándoos hacia un lugar de calma y
profunda relajación. Con cada respiración, sentíos más centrados y en paz, y el
cuerpo cada vez más ligero... tan ligero que os sentís como una pluma
transportada suavemente por la brisa. Imaginad que estáis en una amplia
pradera, acariciados por el calor del Sol y la dulce fragancia de los árboles y con
abundantes flores silvestres. Estáis rodeados del sereno esplendor de la
naturaleza, totalmente unidos con todos los seres vivos de vuestro mundo,
sintiendo cómo vuestra alma se eleva a medida que resuena con la música de
todo lo viviente.
Sobre vosotros aparece un arcoíris -llenando el cielo con las vibraciones de
vuestro propio ser. Visualizad cómo se abre el chakra coronario, como los
pétalos de un loto, al mismo tiempo que os disponéis a acelerar vuestra
vibración para siempre.
Respirad profundamente, llevando los rayos de luz del arcoíris a la coronilla y
viendo cómo descienden por la columna vertebral, lavando los chakras y
asentándose en el mula-dhara chakra en la base de la columna vertebral.
Sentís el espectro de la luz al mismo tiempo que vuestro cuerpo resuena con
las oleadas que os atraviesan. Sentís cómo estas energías chispean en vuestro
interior. Observad cómo cada célula en vuestro cuerpo refleja el arcoíris; cada
una su propio ser y una unidad de la divinidad que define quiénes sois y qué
sois capaces de llegar a ser... de crear. Espirad... eliminando toda energía que
se haya aferrado a vosotros, pero que ya no os sea útil. Podéis pedir que
queden liberadas en la tierra, para purificarse y transmutarse en la calma de la
sabiduría de Gaia. Respirad expulsándolas, liberándoos de su dominio sobre
vosotros. Eliminadlas, liberando vuestro espíritu, vuestro cuerpo y vuestra
mente de su carga.
Con la siguiente inspiración, llevad la luz blanca-dorada de los reinos
angélicos a través del coronario, sintiendo cómo el Espíritu pasa a través de
vosotros, confiando en que sois guiados en este magnífico viaje del
despertar. Sobre el centro coronario aparece una forma -un tetraedro
dorado girando suavemente encima de la cabeza. Es la matriz geométrica
básica de vuestro ADN en evolución -el fundamento sagrado de vuestro
cuerpo de luz que despierta. Tomaos vuestro tiempo... concentraos en esta
forma tetraédrica, observando cómo el brillo de su luz resplandece a través
de vosotros a medida que gira por encima de vuestra cabeza, reflejando luz
blanca-dorada por todas partes, tanto alrededor como dentro de vosotros.
Cuando hayáis anclado esta forma en rotación claramente en vuestra visión,
llevadla a la coronilla y situadla directamente sobre la glándula pineal, que
tiene su asiento en el epicentro de vuestra cabeza, exactamente detrás del
puente de vuestra nariz. La glándula pineal quedará perfectamente centrada
dentro del tetraedro si pedís que sea así. Sentid que la luz dorada baña este
faro de vuestra alma, una sensación que os resultará nueva, al mismo
tiempo que tendréis una sensación de recuerdo.
Situado a la entrada de vuestra conciencia emergente, el tetraedro dorado
sirve como matriz a partir de la cual tejeréis la tercera hebra de ADN en
vuestra conciencia despierta.
Mostraos la doble hélice de vuestro código ADN, arquitecto inteligente con
el que habéis construido vuestro ser físico.
Imaginad una tercera hebra de ADN, tejiéndose en la doble hélice,
recreando la forma que ha abrazado la pineal... creando triangulación en
cada célula de vuestro cuerpo... El tres, la resolución de la dualidad, se
imprime ahora en los sagrados diseños que toman forma en vosotros.
Sabed que dentro de cada célula de vuestro cuerpo una nueva dinámica -
vuestra vibración superior- ha comenzado a manifestarse y lo será para
siempre. Formulad vuestra intención para cada parte de vuestro ser: cada
órgano, cada célula, cada partícula subatómica y cada unidad de conciencia
que respira con vosotros, afirmando que intentáis que las hebras etéricas
del ADN cristalicen en vosotros como resulta adecuado a vuestro viaje
espiritual. Constituyen vuestro derecho de nacimiento. Se trata de un
retorno...
Una llegada y una salida: el viaje multidimensional. Y ahora, antes de
volver a la conciencia corporal, y sólo cuando estéis preparados para
hacerlo, replegad los pétalos del loto, bendecid a los Seres de Luz que os
han ayudado y tomaos todo el tiempo que necesitéis para integrar lo nuevo
que está naciendo en vosotros. Emplead el tiempo que necesitéis para
integrar esta experiencia.
Regresad al cuerpo, ahora. Sentid vuestros dedos, movedlos, haced que
circule la sangre.
Permaneced tumbados, empleando todo el tiempo que necesitéis para
volver completamente a la habitación, al espacio en el que os encontráis.
Empleando todo el tiempo que necesitéis... Todo el tiempo que necesitéis...
Hemos desarrollado la importancia de la primera triangulación en la
transmisión anterior y sabemos que comprendéis su impacto y significado
no sólo para vosotros, sino para toda la humanidad. Junto a maestros de los
reinos superiores, estamos sirviendo actualmente como facilitadores
remotos del proceso de reconstrucción de la tercera hebra, la triangulación
y la activación pineal
Esto está haciéndose vuestro; estáis comenzando a integrar la hebra del
ADN y muchos de vosotros pronto encontraréis el camino para iniciar, con
gran concentración, el trabajo que habéis venido a realizar -enseñar y sanar
a aquellos que se están preparando para este monumental cambio de
conciencia.
Sabréis que habéis integrado plenamente la tercera hebra y estáis
resonando en esas elevadas frecuencias cuando hayáis experimentado la luz
de la intensificada glándula pineal irradiando desde el tercer ojo, iluminando
vuestro vuelo desde la selva profunda... guiando a otros, del mismo modo
que el rayo de luz del casco de un minero ilumina la salida de la oscura
caverna de carbón.
Puede ser una sutil luminiscencia, primero, o puede que sea una abrasadora
explosión de energía, pero lo sabréis. Sea cual sea el modo en que
proceséis esta experiencia, apreciados amigos, sabréis cuándo habéis
integrado exitosamente la tercera hebra, cuando se ha logrado y anclado la
primera triangulación, y cuando se ha activado la durmiente glándula
pineal.
En ese momento, habréis calmado las tormentas emocionales que os
perturban y atormentan, sintiéndoos más vibrantes y radiantes, y
experimentaréis un aumento en vuestros niveles de energía y vuestros
campos áuricos.
Establecidas las tres, habréis creado la plantilla cosmométrica sobre la que
podrá establecerse la segunda triangulación. Tras haber realizado esta
dinámica tan importante, la integración de la tríada, el proceso final de la
activación del pleno ADN de doce hebras será facilitado por las sintonías
celestiales que están siendo recibidas por vuestro planeta natal y las
oleadas de elevada conciencia que atraviesan todo ser vivo que la habita.
De nuevo, os pedimos que recordéis que sois a Gaia lo que una célula es a
vuestro propio ser, como una molécula lo es a la célula, y así
sucesivamente, más allá incluso de las fronteras del reino material, en el
que un pensamiento es a una onda lo que vuestro Sol es al Universo. Os
recordamos, seres de luz de toda la Creación, que nunca perdáis de vista
esas infinitas realidades que todavía tenéis que comprender plenamente y
formaros una idea de ellas, en la grandeza del Todo-Lo-Que-Es, Ha-Sido y
Será Siempre.

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