En ese punto del continuum espacio-temporal en el que Ra inicia la fase
final del tránsito y Gaia se dirige hacia la 'silla para dar a luz', indicada (en
vuestro tiempo lineal) por el fin del calendario maya, aquellos de vosotros
que ascenderán habrán alcanzado ese nivel de perfeccionamiento de
'relaciones cosmométricas internas' que activará la cuarta triangulación (la
décima, undécima y duodécima hebras) en la matriz del ADN -logrando
cuatro veces la trinidad: el Vórtice Perfecto de Luz.
Existiendo como conciencia de doce hebras de ADN, estaréis en perfecta
sincronicidad con todos los seres de luz del ámbito material -aquellos que
han andado con vosotros; aquellos que se han agrupado como familias
estelares para brillar en los cielos como las doce constelaciones arquetípicas
-igual que tendréis una reconexión total y una llamada de la semilla
olvidada de vuestros orígenes.
Los retratos galácticos de vuestra verdadera ascendencia y todo lo que se
ha perdido de la historia de la humanidad aparecerá ante vosotros leyendo
los Registros Akáshicos y nunca más olvidaréis la grandeza que os trajo a
este, el más magnífico momento de los momentos. Tendréis este momento
presente, pues vuestra historia es tanto cada fragmento del 'futuro' como lo
es cada fragmento del 'pasado'.
Las conexiones encajan todas perfectamente -el velo se levanta para
siempre y la memoria de quiénes sois, Homo sapiens, vuelve al fin.
Habiendo logrado presencia en la Tierra con vuestro cuerpo de luz, habréis
conseguido esa etapa de crecimiento y finalización kármica -el pulido del
cristal interno- por la que no necesitaréis nunca más volver a las escuelas
del samsara.
Al fin, almas ancianas, diréis adiós a la densidad, la lucha y la sombra, pues
la Gran Iniciación habrá terminado.
Habréis pasado las pruebas.
Todos los que hayáis alcanzado la reconexión de todo el ADN uniréis vuestra
conciencia para la magnífica tarea de respirar con Gaia a través del proceso
de nacimiento, respirando prana a través de vosotros y en el cuerpo de la
Diosa -rítmicamente, en absoluta sincronicidad con las pulsaciones que
emanan del Sol, a medida que llegáis al punto del nacimiento. Inhalando
prana, expulsando, inhalando, expulsando... alcanzando el momento
cataclísmico en el que habéis inspirado lo nuevo en el ser y emergéis, en la
otra orilla.
Aquí conoceréis al Maestro Codificado; seréis capaces de percibir su
presencia como Supervisor Celeste de la Ascensión de Ra. Ella2 marcará el
ritmo de la Respiración Una, llevándoos a la perfecta resonancia con lo
nuevo de Gaia a medida que vuestra diosa planetaria toma su último aliento
en la densidad, lanzándose hacia delante, con la Absolución y pureza del
ámbito superior -como vosotros.
Todos los Grandes Maestros aparecen ante vosotros, los Guerreros
Angélicos, los Sobre-iluminados... todos los Seres de Luz del Cosmos
estarán allí para veros, interpretando la Música de las Esferas a través de
vuestro instrumento: el Alma Colectiva de la Nueva Aurora.
Al fin, estaremos ante vosotros y nos conoceréis, así como os conoceréis a
vosotros finalmente. Oiréis nuestra voz, dándoos cuenta de que habíais oído
sus susurros en el viento... durante todo el tiempo. Sentiréis las oleadas
ondeando a través de vosotros mientras nuestro amor fluye a través de
esas hebras de luz -las autopistas de la inteligencia de vuestras almashacia
vuestros corazones, hacia vuestras almas, hacia la luz de vuestros
seres.
Que Dios os bendiga, queridos amigos.
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